Todas las relaciones tienen sus etapas según en la fase de la vida que te encuentres, la realidad es que cuando eres joven y atractiva es difícil mantener una relación monogama porque a penas estás aprendiendo lo que quieres y sobre todo lo que no quieres, tipos de personas, química, relaciones personales en general, una relación contigo misma, siempre he creído que la fidelidad entre ominidos sanos no existe, en cambio la lealtad siempre es un lazo fuerte que se gana con confianza y amor. Pero no el amor romántico ese es muy tóxico, el amor de verdad, ese que te decepciona por idealizarlo y te eleva a los cielos cuando te das permiso de disfrutarlo, ese amor que te inspira y te entristece, cuando las cosas no salen tan bien, ese amor que te apoya en lugar de juzgarte y que te dice la verdad con la seguridad de tu confianza.
Las otras personas no te engañan, sólo existen para si mismas con sus causas y consecuencias y luego muy después piensan en los daños que puedan hacer con sus decisiones, por eso la responsabilidad afectiva hacia nosotros mismos se debería desarrollar primero para conocer nuestros limites y luego, luego pensar en que clase de relación queremos con alguien más y sobre todo saber identificar nuestras lealtades, que estamos dispuestos a tolerarnos para tolerar a otros.
Al final del día te das cuenta que la amistad siempre siempre va a salvar al amor porque es un lazo de lealtad muy fuerte, tan fuerte que no exige monogamia porque está se da sola.
Quizá aún no estás lista para ese proceso, así que disfruta del poliamor con responsabilidad afectiva y siendo muy clara con tus relaciones, cuando estés lista las cosas se dan solas porque conoces tus límites 😉
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